miércoles, 23 de febrero de 2011

Miércoles, nos detenemos aquí...

Personalmente hoy me siento muy bien.  Aunque esta explosión de creatividad me tiene un poco inquieta.
Las primeras prendas de Circo ya están adentro del horno.  Esta etapa es la más difícil para una diseñadora.  Me imagino que debe ser como estar a los 8 meses de embarazo; sabes cuanto falta, sabes que sexo será, sabes todo el amor que le vas a dar, pero no sabes exactamente como va a ser, su personalidad, su mirada, su futuro…
En el diseño, este proceso, se siente así.  Por más de que algunas cosas ya estén en producción, no puedo cantar victoria aún.  Por eso, sigo diseñando constantemente porque el CIRCO va a durar muchos meses… Ya les contaremos exclusivos detalles más adelante.
En estos días mi inspiración salió a flor de piel, gritando desde lo más profundo de mi corazón y lo más intrincado de mi cerebro.  Tengo imágenes vivas en mi mente de lo que quiero y cada vez quiero más.  En cada colección siento una imperiosa necesidad de saltar un poco más alto, de volar un poco más lejos.  Me imagino gigantescos vestidos pomposos flotando sobre espíritus luminosos, desfiles en los escenarios más inhóspitos del mundo, campañas de fotos majestuosas con paisajes imponentes.
Pero acerquemos un poquito nomás los pies a la tierra, ya habrá tiempo para seguir volando con la imaginación.
No se si todas las profesiones o vocaciones provocan esto.  Pero alguna vez han sentido que lo que hacen todos los días les da tanta felicidad que tienen mariposas en la panza? O que llegar a su lugar de trabajo es como ir a su lugar favorito?  Bueno, podemos parecer locas, obsesivas compulsivas, delirantes o adictas a los sueños, pero creo que la China y yo sentimos eso por nuestros trabajos.
Vuelvo a fijar la mirada en mi sketch book, sé que aún me faltan unos 17 modelos aproximadamente por terminar.  Y quiero más, quiero mucho más!  Quiero que cada saco esté en mil colores diferentes y que cada falda tenga un detalle único, que prácticamente le de vida propia.  Pero lamentablemente no se puede.
El sábado estuvimos todo el día trabajando con la China en el Atelier, teníamos que cerrar un número: la cantidad de modelos en la colección de CIRCO.  La sensación de tener que eliminar una creación porque no nos encaja dentro del presupuesto, nos hace sentir como si estuviésemos arrancándole un pétalo a una rosa perfecta.
Así es, la creatividad tiene su lado oscuro también y cuando tienes que proyectarte en tu empresa y en una colección que tiene que tener las características perfectas para que se venda en la próxima temporada, debes sacrificar inspiraciones como pares de zapatos a la hora de armar tu maleta cuando te vas de viaje.
Volvamos al CIRCO… ya estamos terminando de darle forma a este espectáculo que esta por comenzar… nos inspiramos en las historias circenses, en los personajes, en la melancolía que nos traen esos recuerdos de cuando éramos niños.  Me remonto a jugar, a sentirme cómoda.  Pienso en la mujer, en esa mujer que puedo encontrarme en el ascensor o caminando por la calle o comprando cheesecake de maracuyá en la panadería del frente.  Pienso en darle lo que verdaderamente se merece: poder vestirse elegante y a la moda, vanguardista y sofisticada, única y luminosa, pero por sobre todas las cosas que cada una de esas características se resuman en una gran virtud… queremos que todo eso por más que parezca imposible, entre dentro de la simpleza.  Por eso una de las pautas de esta colección fue volar con la imaginación pero aterrizar en una pista suave y de líneas simples, para que cuando te levantes en la mañana puedas escoger de tu clóset una prenda que te inspire, que te alegre el día, pero que sea fácil de usar, que sea práctica, que cumpla su verdadera función.
Bueno voy a revisar estas líneas y a los que se están tomando el trabajo de leerme hasta el final, les digo gracias y les pido paciencia también!  Porque de a poquito entre todos vamos a ir dándole forma a esta nueva experiencia de Tibetan Monkey.
Feliz miércoles a todos! La mitad de la semana quiere decir muchas cosas: ya es tarde para algunas pero estas a tiempo para otras!
Cruzaré el boulevard Sáenz Peña e iré por un helado para poder pensar muy bien en aquellas cosas que aún puedo cambiar en esta semana!
Angie S.

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